La dejé para luego, y se ha hecho tarde,
la carta que debiera haberte escrito.
El pesar que ahora siento es infinito
y desde ayer, que supe que habías “partido”,
martillea en mi mente: ¿por qué te has ido?
te sorprendió el misterio, llamado muerte.
¿Por qué contigo ha sido tan impaciente?
que ni las más férreas leyes te doblegaron.
Te ha vencido sin más, un corazón cansado.
ni cárceles ni jueces le sometieron;
pero a tu corazón, si que lo hirieron.
que hurgaba en tus entrañas, como ninguna,
de cuantas te clavaban, una por una.
Tú fuiste el navegante, que no abandona
el timón de su barco, ante las rocas.
Ex cátedra la palabra, era en tu boca.
Del joven insumiso fuiste sostén.
Y un volcán de utopía, era tu fe.
grabado como a fuego en tu semblante.
En recia mansedumbre los transformaste.
tu testimonio ha sido, algo insondable.
Por tu espíritu austero, limpio y afable.
abrazado a tu cáliz; de pie y erguido.
Hasta caer al suelo, los dos fundidos…
Que en la boca de otros se hizo expresión
Y, ya huérfana de ti, triste lloró...
La congoja me ahoga, llorar no quiero;
porque lo tuyo Juan, nunca fue el llanto.
Redimir del dolor, fue tu quebranto.
y una esperanza firme crece conmigo,
que aunque no sepa cómo…, ¡tú sigues vivo!
Y en mi interior se alza un sentimiento
que, quizás por locura, a otros espanta
¡Yo sé que tú podrás leer mi carta!
(julio del 94)
9 comentarios:
Hola, Antonia. En primer lugar te quiero agradecer tu comentario en mi blog, estoy contenta que me hayas visitado.
En segundo lugar te digo que me encanta esta entrada con este verso tan sentido y bien expresado a la realidad de la muerte de un ser querido aunque no sea de tu sangre. Yo, siento mucho la pérdida de cualquier persona conocida o por conocer, sobre todo cuando se oye en las noticias tantas desgracias...
Un abrazo.
Piedad, "casualmente" este hombre era catalán; una gran persona con la que compartimos ilusiones, proyectos y utopias. Y con gran influencia en mi pensamiento. Aún hoy, me cuesta recordarle sin emocionarme.
He suprimido mi anterior comentario por errores.
Un beso
Seguro que él leyó tu carta, escrita en verso con la destreza que tú tienes. No debemos olvidar a las personas queridas que se nos han ido, tenemos que seguir hablando de ellas para mantenerlas vivas. En cualquier momento nos puede tocar a nosotros...
Un fuerte abrazo, Antonia.
Conchi
Esa debe de ser la resurrección prometida a la gente de bien; el seguir presente en la memoria de los que le conocieron y ser recordado con cariño. Y el infierno será el olvido, la indiferencia... y hasta el alivio ante la ausencia.
Nuevamente he tendo que borrar mi propio comentario. Así soy yo
Un beso de Antonia
He experimentado de golpe todo un cúmulo de sensaciones ante esta Elegía.
Un abrazo.
Antonia, hoy hemos estado en Marchena en casa de los amigos comunes que tenemos allí. Les dije que era una asidua de tu blog y de tus poemas, jeje. Se pusieron muy contentos.
Un abrazo y feliz semana.
Conchi
Gluca, las elegías se parecen a las pieza musicales, en ellas alternan la dulzura, el desgarro, la tristeza, la melancolía, la deseperación el, amor... Pero sobre todo la autenticidad.
Conchi, el sábado estuvimos habando con "los marcheneros". Están siempre tan superocupados...
Gracia, a las dos, por incluir en vuestra activa vida, la visita a mi blog.
Un abrazo de Antonia
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