sábado, 29 de noviembre de 2008

LA PAZ TRAS LA GUERRA


Una niña sentada,
aguarda sobre el quicio
de una puerta, entre abierta.
Mira con ojos fijos.
Vio llevarse a su madre,
un hombre de soldado.
Ya nunca más volvió...
Quizás, la había olvidado.

Mientras sigue esperando,
entre sus manos prietas,
para no sentir miedo,
abraza una muñeca.
Vio llenarse la noche,
de colores y fuego.
Y saltó de alegría
creyendo que era un juego.
Después creyó que un mago
columpiaba la tierra

¿Cuándo descubrirá
lo horrendo de la guerra?

Sólo escombro se ven.
Y en la ciudad vacía,
un hombre, doblegado,
con mirada pérdida,
contempla, lo que fue,
el centro de su vida:
El Edén de los suyos,
convertido en ruinas.

Y entre ripios y piedras,
una mujer morena
cubierta con un velo
llora y rumia su pena.
Abrigando esperanzas,
a pesar de sus lágrimas,
sigue arañando el suelo,
con unas manos ávidas.
Vio quedar a su hijito
sepultado en la tierra,

¡Maldita sea la paz
impuesta con la guerra!

Es la paz del silencio
Es la paz del dolor.
Es la paz del vencido.
Es la paz del terror…
Una paz que nos deja:
La niña abandonada
La ciudad destruida
La esperanza aplastada
La verdad confundida
La persona humillada…
Preñado de odio y muerte
el vientre de la tierra…

¡Maldita sea la paz
que queda tras la guerra!


5 comentarios:

desde Lebrija para el mundo dijo...

Perdonen lo de "gerra" en vez de guerra.
Mañana entra tiempo de adviento. Dicen, que tiempo de paz y esperanza; esperemos que así sea.
Saludos
Antonia

La Calderón dijo...

Hola Antonia, ha sido simplemente un error de tipeado, que ha pasado desapercibido frente al conrtenido de tu poesía, muy fuerte y lamentablemente real, lo que muestra tu sencibilidad, y Dios quiera que "Los altos mandos", algún día lleguen a comprender lo que estan haciendo, antes de que sea demasiado tarde....Y, no sufras, hermana en espíritu, ten Fé, que yo la tengo y sé, perfectamente que hay una Justicia Divina, de la que nadie habrá de escapar.
En éste momento estoy escuchando "Sevilla" de Albéniz, magníficamente interpretado, la música tiene el poder de calmar los ánimos, por lo menos a mí.
Te envío un abrazote virtual....
Susana......

desde Lebrija para el mundo dijo...

Me alegra que mantenga la esperanza,
yo, aunque pueda dar otra impresión, en verdad soy vitalista; me enfado e indigno ante lo inmoral, lo injusto, lo grtesco... pero no me desespero.
Me alegra que disfrutes oyendo musica de Andalucía; realmente es una pieza divina.
Un abrazo de Antonia

Conchi dijo...

Antonia, qué fuerte es este poema. Describiste perfectamente con tu maestría al jugar con las palabras, el horror de la guerra. No, así no queremos la Paz, no la paz tras la guerra. Es que no queremos la GUERRA!
Un abrazo, amiga.
Conchi

desde Lebrija para el mundo dijo...

En estos tres poemas me sirvió de "fondo" la guerra del Golfo, pero que es aplicable a cualquier otra guerra. La verdad que, como es habitual en mi poesía, poco hay de ficción. Son interpretaciones y trasmisiones de imágenes que vi y me impactaron durante aquellos días.
¡Gracias Conchi!
Un beso de Antonia