jueves, 11 de septiembre de 2008

POR UN FALSO ORGULLO

La otra noche,
yo me desperté;
te busque en mi cama
y no estabas en ella.
Me sentí como río
sin agua,
rosa sin aroma,
cielo sin estrellas.

Te llamé igual
que una loca,
presa de la pena y
el presentimiento.
Para decirte,
que no era verdad
lo que te dijera presa
del despecho.

Al darme cuenta
de que ya era tarde,
la rabia y la pena,
junto a tu recuerdo,
son espinas,
que llevo clavadas,
hurgando en la herida
abierta en mi pecho.

Hoy me maldigo
por lo que te dije,
y lo que callé,
por un falso orgullo,
porque sé
que mi corazón,
aunque yo no quiera,
sigue siendo tuyo.

9 comentarios:

el aguaó dijo...

Hay veces que el orgullo consigue hacer mella en contra de la razón. Afortunadamente, existe el perdón.

Un beso.

desde Lebrija para el mundo dijo...

La verdad que sí, de todas formas semejantes situaciones han de ser tremendas.
abrazos

Anónimo dijo...

Cuanto se puede llegar a peder por ese falso orgullo.

desde Lebrija para el mundo dijo...

Es verdad, y así nos va. Ese Orgullo no sólo mata la convivencia en la pareja, sino también en cualquier otro campo. Testimonios no faltan.

Conchi dijo...

Buen poema que nos lleva a ser más humildes y practicar más la comunicación. Cuánto nos cuesta pedir perdón, a veces. Si lo hiciéramos más a menudo todo iría mejor en las relaciones humanas.
Un abrazo.
Conchi

desde Lebrija para el mundo dijo...

La verdad que sí, cuantas veces somos conscientes de que nuestra postura no conduce al encuentro, pero seguimos "palante".
Un beso,
Antonia

Elvira dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elvira dijo...

"Habló el orgullo y enjugó su llanto/ Y la frase en mis labios expiró..." ¿Conoces este fragmento de un poema de Bécquer? Es uno de mis favoritos. He visto en tu blog que tenemos varios intereses comunes. Saludos

desde Lebrija para el mundo dijo...

Me alegro por los intereses comunes, No, no conozco el poema que me cita, al menos no lo tengo en memoria; lo buscaré.
Saludos y gracias por tu visita.
Antonia